Leoncitos Cariñositos
Sindrome de Asperger

Aspereger en Adultos

El síndrome de Asperger es un trastorno muy complejo y a menudo incomprendido. Durante una época se creía que los individuos con SA no tenían deseos o capacidad para establecer relaciones íntimas. Ahora se acepta que sí que establecen relaciones de pareja, pueden decidir casarse, tener niños y a menudo llevan lo que puede parecer una vida confortable y socialmente aceptable. A menudo son sólo los más cercanos al individuo con SA, como sus padres o parejas, los realmente conscientes de los problemas que el síndrome puede causar.

El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo causado por un defecto neurológico en el funcionamiento del cerebro, que afecta a una de cada 250 personas (Kadesjo, Gillberg y Hagberg, 1999), aunque se piensa que esta proporción es mucho mayor debido a la cantidad de personas con SA sin diagnosticar. Afecta predominantemente a hombres con una proporción de 4 a 1 sobre las mujeres.

El SA causará dificultades en la comunicación, tanto verbal como no verbal, la interacción social y la imaginación. Inhibirá la capacidad del individuo para leer la mente del otro y relacionarse empáticamente con su estado emocional. Puede dar lugar a una necesidad por rutinas estrictas y a una tendencia a preocuparse con un interés absorbente en un determinado campo o interés. No afecta a la inteligencia académica, sólo a la social. Esto puede dar lugar a un individuo que puede tener brillantes resultados académicos, una profesión de responsabilidad y cualificación y sin embargo ser incapaz para la interacción social y la comunicación.

La comunicación y la reciprocidad emocional suelen ser fundamentales para que una relación funcione o no. Son los ingredientes clave para mantener una relación que funcione. Si uno de los miembros de la pareja está afectado por SA y es por tanto incapaz de dar o incluso de comprender la necesidad de estos ingredientes básicos, entonces es casi seguro que la relación va a entrar en dificultades. Esta posibilidad casi inevitable hará que sea muy probable que una pareja en esta situación acabe en algún momento visitando a un consejero.

El estudio de Aston ha mostrado que el 75% de las parejas afectadas por el SA acudieron a un consejero. El estudio también demuestra que la mayoría de ellos estaban insatisfechos con los consejos recibidos y con las consecuencias que estos tuvieron para su relación.

Las parejas decían sentirse incomprendidas, no escuchadas y que sus problemas eran trivializados. A algunas mujeres el consejero les había dicho que el comportamiento de su pareja era simplemente masculino. La diferencia entre un hombre AS y uno NT es la capacidad de elección. El hombre NT puede decidir si desea pasar tiempo en una conversación íntima con su pareja, puede mantener una pequeña charla y socializar si le apetece y puede controlar las rutinas y los intereses rígidos. En la mayoría de los casos, los hombres NT eligen sobre lo que hacen o no respecto a la relación de pareja, mientras que los individuos con SA no tienen elección. No pueden atender las necesidades emocionales de sus parejas ni atender las demandas que les plantea una relación de pareja.

Cuando la pareja acude a la consulta, el NT puede parecer bastante desesperado y frustrado por las dificultades y por el hecho de que el peso de la relación recaiga sobre sus hombros. Suele decir cosas como: "Él es incapaz de hablar de sus sentimientos… Me trata como a un objeto… Está obsesionado por la rutina… Me acusa constantemente de ser crítica con él." Finalmente, el pensamiento que la mayoría de mujeres NT parecen expresar es "Creo que me voy a volver loca".

Mientras tanto, su pareja suele decir cosas como "No sé lo que quiere de mí… Me gustaría que me dijera exactamente cómo puedo hacerla feliz… Hago todo lo que físicamente puedo para ayudarles a ella y a los niños, y todo lo que hace reñir y culpabilizarme." El hombre con AS puede ser muy sensible a cualquier tipo de crítica.

Si hay niños, pueden surgir problemas en la pareja sobre el modo de educarles. Él puede centrarse en sus logros académicos más que en su crecimiento personal. Ella puede acabar diciendo que está criando a sus hijos sola sin ayuda de su padre. Puede pasar que ella asuma toda la responsabilidad en la marcha de la casa, las finanzas y los compromisos sociales. Ella puede decir que esto es porque no puede confiar en que él haga nada por ella.

Esto puede parecerle justo lo contrario de lo que ve frente a él: un hombre muy inteligente con un trabajo de responsabilidad que dice que no comprende por qué ella nunca está contenta.

El SA es un trastorno muy complejo y la persona puede parecer una paradoja. Parece ser inteligente, trabajador, leal y sin embargo incapaz de asumir responsabilidades en las más básicas tareas domésticas que impliquen intuición o previsión. Es improbable que ella le deje la responsabilidad de cuidar de los niños o desenvolverse en tareas que impliquen a otras personas.

Según el psicólogo Tony Attwood, una de cada 250 personas padece el síndrome de Asperger, un desorden neurológico que afecta a la habilidad del individuo para entender los pensamientos y sentimientos de los demás. Debido a que las investigaciones llevadas a cabo por Hans Asperger en 1944 no fueron difundidas suficientemente hasta los años 90, muchos adultos continúan sin haber sido diagnosticados hoy en día.

Aquellos individuos con un Asperger de leve a moderado es probable que tengan pareja y niños, incluso es probable que sean capaces de ocultar los síntomas. Frecuentemente sólo se sienten cómodos en la intimidad de las relaciones familiares, por lo que otras personas no pueden ver los problemas que ellos y sus familias afrontan.

Attwood, co-autor de un libro sobre adultos con Asperger titulado Haciendo amigos y manejando sentimientos que saldrá a la venta el próximo año, dijo que "me denomino un traductor entre dos mundos diferentes". "Explico el mundo de los neurotípicos a los asperger, y el mundo de los asperger a los neurotípicos".

Éstas relaciones se asemejan a la fusión de dos culturas, dijo Attwood en unas jornadas patrocinadas por FAAAS (Familias de Adultos Afectados por el Síndrome de Asperger) en Centerville.

El próximo libro de Attwood, (escrito junto a Carol Gray, que desarrolló las historias sociales, una herramienta clave para educar a niños con Asperger) adopta una actitud positiva en la resolución de los problemas de adultos con Asperger.

El Asperger afecta a cada persona de una manera especial, observó Attwood. Se compone de una serie de categorías, en varios grados. En el congreso, Attwood detalló las características, problemas y estrategias recomendadas.

Un perfil de las aptitudes propias de los Asperger incluiría:

Códigos sociales de conducta: "Ellos son miopes mentales", indicó Attwood. "No pueden saber lo que otra gente está pensando o sintiendo. No son malcriados o están tratando de que te enfades. Simplemente ignoran el código social. Es como si formaran parte de otra cultura, inconscientes de nuestras normas." Empatía: Attwood señaló que "Cuando hablamos de empatía, se hace muy complicado. En una relación de pareja es crucial el saber cuándo necesitas soporte emocional". Aquellos individuos con Asperger pueden tener problemas entendiendo los sentimientos de la pareja, y viceversa. Habilidades para hacer amistades: Según Attwood "Puede resultarles duro conocer semejantes a un mismo nivel, pueden no estar interesados en la amistad, o depender de su pareja para que les aconseje sobre conductas en la empresa o sobre cómo trabajar en grupo". Caracterización de la gente: Attwood señaló que ellos pueden "ver a otros en blanco y negro, bien como simpáticos o bien como antipáticos, o juzgar erróneamente caracteres que abusan de ellos. La pareja debe tomar muy seriamente su papel de cuidador". Arte de conversar: La gente neurotípica busca estructuras o esquemas cuando se comunica verbalmente para encontrar el significado general, pero "los Asperger crean su propia estructura, y, si no pueden, memorizan todo el mensaje, y pueden omitir lo realmente importante".

Attwood apuntó que los Asperger pueden caracterizarse por un fuerte deseo de perfección, un interés o talento especial para algo, tendencia a rutinas, coordinación pobre, altas habilidades cognoscitivas, bajas habilidades de organización y un procesamiento desigual de estímulos sensoriales, siendo más o menos sensibles que los demás.

Debido a que los individuos neurotípicos son capaces de entender el punto de vista de los otros, pueden variar de estrategia o transigir para llevarse bien. Con menos intuición social y escasas habilidades para interpretar sus propias sensaciones físicas asociadas con los sentimientos, los Asperger pueden tener problemas para manejar sus emociones. "Tienen menos instrumentos de reparación social en su caja de herramientas, están predispuestos a cambios de humor y ocasionalmente pueden explotar. Si no van con cuidado, la cólera puede ser un gran problema ", comentó Attwood.

"Para aprender habilidades sociales, la gente con Asperger compensa su falta de intuición con su intelecto. Y a veces funciona"

"Si un Asperger quiere que funcione una relación, aprenderá a hacer lo que sea para conseguirlo. Si no quiere, cualquier cosa que se le trate de enseñar no la pondrá en práctica".

"Los Asperger pueden seguir eficazmente consejos que les ayuden a conocerse más a sí mismos, a transigir, a no tener prejuicios o a cambiar su comportamiento para parecerse más a los demás.", explicó Attwood.

¿Qué lleva a que se junten una persona neurotípica y un Asperger?

Algunos puntos fuertes de los Asperger incluyen: gran talento en su carrera o tema de interés, detallismo, conversaciones sin doble sentido, vocabulario avanzado o cultura general, perspectiva única en la resolución de problemas, memoria excepcional, sentido de justicia social y practicidad en temas como la muerte o el sufrimiento.

Su pareja puede admirar su intelecto o aptitudes, tener compasión por sus limitadas habilidades sociales, creer que su carácter se debe a circunstancias de la infancia, compartir sus intereses, apreciar su fidelidad o posición en la sociedad, verlos como creativos o como una figura paterna. Para una mujer, un Asperger puede ser un tipo de esos duro, silencioso, dijo Attwood.

Por otra parte, la gente con Asperger puede sentirse atraída por alguien con un perfil o aptitudes similares, una mujer maternal o una cuidadora, o alguien con cualidades totalmente opuestas, como flexibilidad o compasión.

Los hombres pueden contraer un matrimonio tradicional en el que juegan el papel dominante, un matrimonio de conveniencia, o relacionarse con alguien de una cultura diferente. Como en muchas parejas, los niños conllevan complicaciones. Pero, como sucede en muchos padres, ello puede motivar a las personas con Asperger a superar sus limitaciones para que la cosa funcione. Un punto vulnerable es su falta de entendimiento de los estados naturales del desarrollo infantil, ya que su propia experiencia resultó diferente. Pueden pretender que su pareja actúe como mediador o como un diplomático en asuntos relacionados con los niños.

La gente con Asperger también siente rivalidad hacia los niños, debido a que el hecho de sacrificar sus propias necesidades no surge con naturalidad.

Puede que tengan que hacer un esfuerzo para mostrar afecto y soporte emocional, aprender a soportar cierto grado de desorden y ruido, y tratar de no ser crítico, señaló Attwood.

Attwood explicó que en situaciones sociales con amigos y familiares, pueden ocurrir malentendidos en ambos sentidos. Él o ella pueden experimentar lo que Attwood llamó el Fenómeno Casandra. En la mitología griega, Casandra fue agraciada con el don de la profecía, pero condenada a que nadie la creyera.

Según Attwood, "para el Asperger, la vida es un escenario. El telón se levanta cuando están en público, y se baja cuando están en casa. Debido a que la otra gente no ve el problema, ponen en duda tu salud mental (estás solo). En algunas familias, la negación del hecho a mantenido a la familia unida durante generaciones, y uno quiere destruir el andamiaje".

En consecuencia, la pareja neurotípica puede que necesite más apoyo que el Asperger. Por lo tanto, el contacto con otros cónyuges a través de hojas informativas, grupos de soporte o un sitio en Internet es vital. "No se puede adquirir ése conocimiento de profesionales", afirmó Attwood. También recomendó tener una vida social independiente y, ocasionalmente, unas vacaciones por separado.

Fortalecer éstas uniones requiere de vigilancia y trabajo por ambos lados. Estrategias útiles incluirían: aceptar el diagnóstico como una diferencia y no como un defecto, motivación a cambiar, apoyo familiar, asesoramiento en la relación, estrategias de control emocional, orientación en habilidades sociales y una comunicación abierta y efectiva.


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